Eres tú, mi suerte, eres tú, tan fuerte, eres tú, tú, tan diferente surges y de repente la vida olvida a la muerte. Imposible de tenerte si naces de un pentagrama, si el drama yace en mi cama me abres enormes ventanas, tu llama jamás se apaga, luz de eterna juventud cuando llores punteando una guitarra de Blues. Eres tú, la rabia sucia y rasgada de Kurt Cobain el compromiso sincero de Marvin Gaye, la grandeza de John Coltrane improvisando con el saxo, la mirada niñada en los ojos de Michael Jackson. Y es que tu son me sedujo, tu luz me dejo perpleja y caí, reviví como el sol en forma de Soul y R&B bebí de ti el elixir y resistí los golpes, si fui torpe encontré por fin mi norte, mi soporte. Entre acordes de Mark Knopfler redobles de Hancock Herbie, de Vivaldi hasta Elvis, desde Verdi hasta Chuck Berry. Inmortales piezas musicales hacen que el tiempo se pare, estallan como bombas provocando ondas letales de esperanza, de aliento y vida, mi gran amiga solo tú haces eficaces todas las frases que diga, mi balanza, mi paz, mi druida, en la fatiga solo tú haces realidad los sueños que yo persiga. Y es que sin ti no hay destino, solo piedra y mil caminos, sin ti, soy una mima temblando en el camerino. Pero tú acoges mis voces si me ves desorientada, y bailas conmigo un vals igual que dos enamorados. Eres la llave inmortal que abre este mental presidio, desde “Tearz” Wu Tang Clan hasta el “Ojalá” de Silvio. Envidio el poder que impones en canciones despiertas mis emociones, con creaciones de Ennio Morricone. Sensaciones sin control cuando eres Rock n' Roll, el erotismo de un bemol en la voz de Diana Krall el solo de guitarra eléctrica que el silencio rompe, la armónica que esconden las manos de Steve Wonder. Te vi dónde todo acaba y nada se irá con Black Sabbath respiras vida con la calma que inspira Bob Dylan, oscilas y posees a James Brown mueves su cuerpo, junto a Freddy Mercury, Ray Charles jamás habrán muerto. Y es cierto da igual que suenes con un arpa o un Akai, con la clase de Frank Sinatra o de Barry White. Eres la métrica enigmática que envuelve mi ser y lo salva, el idioma con el que los dioses hablan, eres música.
TE QUIERO HERMANA.
eme.
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